Jugaba el Córdoba CF, club de nuestra ciudad; y del cual somos abonados, cuando nuestro jugador Dragisa Gudelj se desplomaba en el campo. Aquella inmovilidad que vimos desde la grada nos hacía presagiar lo peor. Finalmente y por suerte todo quedo en un susto y con la ayuda de un desfibrilador y un gran soporte vital básico; hoy Gudelj sigue con nosotros.
Aquel partido se suspendió y todo el cordobesismo salía por las puertas del estadio, en silencio y con el corazón helado; ya que se había vivido una situación de muerte súbita; situación a la que no solemos estar acostumbrados y quizá muchas personas no sepan reaccionar ni que hacer.
Pensamientos encontrados
Al estar acostumbrado a tener que actuar en esos determinantes momentos; el vacío con el que nos fuimos del estadio fue terrible. Esos minutos tan vitales y no poder hacer nada son dos sensaciones tan extrañas como incompatibles.
Nos pusimos a pensar y a trabajar; en nuestra comunidad vivimos personas de mediana edad, con hijos pequeños, donde tenemos zonas comunes y piscina. La pregunta que nos hicimos fue; ¿y por que no nos puede pasar aquí? Propusimos en nuestra comunidad de vecinos a través de nuestra administradora de fincas, el tener un desfibrilador y hacer una formación para saber actuar en esas situaciones y poder utilizarlo. La propuesta fue incluida en la siguiente junta vecinal, con una aceptación enorme y una ganas desmesuradas de aprender una maniobras vitales para sostener la vida de cualquier persona.
Se compró el desfibrilador, solicitamos la formación e hicimos nuestro curso sobre Soporte Vital Básico y DEA. Al curso acudierón tanto mayores como niños y el éxito fue rotundo.
Una vez conseguido los resultados y tener activo nuestro DEA, rellenamos los formularios necesarios para integrarlo en la red de desfibriladores externos automatizados de Andalucía; donde tras varios meses nos dieron el consentimiento y pudimos implementarlo en la red del 061, como zona cardioasegurada.
Mirando el futuro
Día tras día ocurren miles de paradas cardiorrespiratorias en el ámbito nacional, todos estamos capacitados, con un sencillo aprendizaje a poder gestionar un suceso de ese calibre. El hecho de formarnos en Soporte Vital Básico (SVB) y DEA (Desfibrilador), nos hace más comprometidos con el resto de ciudadanos.
Todos podremos tener la oportunidad de SALVAR UNA VIDA. ¿Vas a dejar pasar esa oportunidad?
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